En el libro, se narra la historia de personajes que experimentan la injusticia y la falta de justicia debido a un sistema de valores equivocado o incompleto. Aunque ellos creen que están actuando justamente, se les escapa la justicia porque no son capaces de actuar de manera justa y perdonar. Según la concepción judía del mundo, no puede haber justicia sin misericordia y el ser justo implica actuar de acuerdo con los valores de la Torá y dar lo mejor de uno mismo en cuanto a bondad, rectitud y plenitud. La halajá, que significa «la forma de caminar» en hebreo, es una guía para ayudar a los creyentes a seguir este camino largo de toda la vida hacia la superación personal y la manifestación de la gloria divina en cada momento.
¿Qué es la halajá? ¿Qué son las mitzvot?
La halajá es la ley judía que se ha ido desarrollando a lo largo de los siglos, basándose principalmente en la Torá Oral (como se recopila en el Talmud) y la Torá Escrita. El objetivo de la halajá es ayudarnos a moldear nuestro comportamiento y actitud de acuerdo a lo que la Torá exige. La Torá es una guía dada por Dios al hombre, que se expresa en diferentes formas, incluyendo mandatos explícitos como no matar, no robar, santificar Su nombre y respetar a los padres, que son lo que se llaman mitzvot o mandamientos divinos. La halajá nos ayuda a cumplir estos mandatos de la manera más adecuada y adecuada.
La halajá nos enseña cómo cumplir los mandatos que D-os nos dio a través de la Torá Escrita y Oral. Mientras que la Torá Escrita establece los mandatos, la Torá Oral nos explica los detalles y las particularidades de cómo cumplirlos. Por ejemplo, la Torá Escrita nos ordena respetar a nuestros padres, pero la Torá Oral nos enseña cómo debemos hacerlo, qué significa respetarlos, y cómo lidiar con situaciones difíciles como cuando uno de los padres tiene una enfermedad mental o le pide al hijo hacer algo que es perjudicial para él. A través del estudio de ambas, entendemos el contexto y los motivos detrás de los mandatos.
La halajá es una guía personal, y no debe ser impuesta por la fuerza. Cada persona es responsable de seguir la halajá y tomar decisiones éticas en su vida diaria, siendo fiel a la tradición que nos fue transmitida desde el Sinaí.
Estructura de la halajá
En la estructura de la halajá, es importante comprender que el hombre también tiene un papel fundamental. Las mitzvot son divinas y el sistema de interpretación rabínica también proviene de D-os, quien lo entregó a Moisés en el Sinaí. Sin embargo, hay ciertas estructuras que el hombre ha creado para proteger y poner en práctica la halajá, y aunque se basan en un sistema divino de principios, su particularidad ha sido dada por el hombre.
En otras palabras, D-os dio las leyes y al mismo tiempo proporcionó la forma en que estas leyes debían ser interpretadas. La interpretación es de naturaleza humana, mientras que la forma es divina.
Forma de las mitzvot y las halajot
En resumen, la halajá se refiere a cómo darle forma y practicar las mitzvot dadas por D-os en la Torá Escrita. La Torá Oral nos proporciona la información necesaria para comprender las particularidades y detalles de cada mandato divino, incluyendo el contexto, la forma y los motivos detrás de él. La tradición rabínica, las metodologías como la Guemará y el drash, y la costumbre judía son las fuentes de cualquier dictamen halájico. Dependiendo de su origen, se relaciona de manera diferente con la halajá. Algunas mitzvot se dieron de forma directa por D-os a Moisés en el Sinaí, mientras que otras se dedujeron a través de la Torá Oral, las metodologías rabínicas o las costumbres judías.
Mitzvot rabínicas, guezirot y tacanot
En resumen, la división que se hizo anteriormente se refiere a la forma específica de cumplir los mandatos de D-os. Además de los mandatos toraicos, existen mandatos llamados «guezirot», «tacanot» y «mitzvot rabínicas», que son acciones delimitadas por los rabinos previos al Talmud para proteger la Torá. La Asamblea de Sabios y Moisés fueron ordenados por D-os para proteger las protecciones y los hijos de Israel deben escucharlos y no separarse de los mandatos que dan. El respeto por estos mandatos ha mantenido la Torá viva hasta nuestros días y muchas mitzvot y guezirot rabínicas son esenciales para cumplir la Torá. Las berajot y rezos, con excepción del Shema, son mitzvot rabínicas que nos obligan a sentir agradecimiento sincero hacia D-os. Una guezira es una prohibición que hacen los rabinos para mantenerse dentro del límite de lo que la Torá marca y existen numerosas razones por las cuales se hacen. Todo el crecimiento personal que surge al cumplir las leyes de kashrut recae fuertemente en abstenerte de este tipo de patillos.
Psak Halajá (juicio halajico)
La halajá se centra en el psak halajá, que es la decisión sobre cómo abordar una situación según las leyes de la Torá y el Talmud. En la vida cotidiana, pueden surgir situaciones que entren en conflicto con la halajá, por lo que hay principios que ayudan a determinar cuándo una acción prohibida en teoría puede permitirse y cuándo una acción aparentemente permitida realmente transgrede otra ley y, por lo tanto, debe prohibirse. Un ejemplo es el principio que obliga a salvar la vida de una persona por encima de cualquier otra ley toraica o rabínica, permitiendo comer cerdo si es necesario para sobrevivir o combatir una enfermedad. Sin embargo, para que una decisión halájica sea correcta, es importante saber cuándo se considera que la vida de la persona está en peligro. Otro principio da más peso a las mitzvot toraicas que a las rabínicas, lo que permite transgredir una mitzvá rabínica en ciertas circunstancias. El psak halajá lo da una persona que conoce todos los principios involucrados y la situación en profundidad, y debe conocer los motivos detrás de las mitzvot, la historia de la halajá y los dictámenes de los rabinos anteriores, así como las excepciones a ciertas reglas. Al final, es decisión de cada persona si sigue o no el psak halajá.