El mundo es como un caleidoscopio en el que cada instante sucede algo nuevo que acapara nuestra atención, y es un desafío encontrar tiempo para involucrarse con el mundo espiritual. En cambio, quien guarda el Shabat tiene acceso a un lugar de dicha y armonía, un lugar en el que puede entablar una relación personal con su Creador, una relación en la que uno tiene conciencia del otro. Se me ocurrió transmitirle el misterio del Shabat al lector a través de una narración en la que la heroína se encuentra en un lugar en el que tiene que enfocarse en lo espiritual porque no hay nada más. Y luego, cuando vuelve a su vida normal, su anhelo y desafío es encontrar su camino a ese estado de conciencia que gozó durante el Shabat, y aprender qué debe hacer para volver a él todas las semanas. Al ver la reacción de Rab Moshe Schatz, kabalista, que fue rabino y amigo personal de mi esposo, z’l, cuando leyó mi libro, comprendí que había encontrado algo valioso que puede ayudar a muchos a llegar a su lugar personal en el Edén que nos está preparado, con el que podemos vincularnos en esta vida y en la eterna.
LA LLAVE DEL JARDIN CERRADO
La historia judaica es rica en tradiciones y enseñanzas que han perdurado a lo largo de los siglos. Desde los tiempos bíblicos hasta la diáspora y el establecimiento del Estado de Israel, la historia del pueblo judío está entrelazada con eventos significativos que han moldeado no solo su identidad, sino también su conexión espiritual con lo divino.
El Shabat, el séptimo día de la semana judía, es un testimonio de esta conexión espiritual. Es un día de descanso, de reflexión y de renovación espiritual, un momento en el que los judíos se apartan del bullicio del mundo y se sumergen en la paz del Shabat. Esta práctica se ha transmitido de generación en generación, creando un lazo indestructible entre el pueblo judío y su herencia espiritual.
En la narrativa que he creado, la protagonista se sumerge en esta riqueza espiritual durante el Shhiabat, encontrando un espacio donde puede conectarse profundamente con su Creador y comprender el significado más profundo de su existencia. Esta experiencia se convierte en un faro que ilumina su camino en la vida cotidiana, una guía para encontrar la dicha y la armonía incluso en medio de las complejidades del mundo moderno.
La reacción del Rab Moshe Schatz, un sabio y kabalista, valida la autenticidad y la profundidad de esta experiencia espiritual. Su apoyo no solo confirma la validez de la conexión de la protagonista, sino también la universalidad de este mensaje. La búsqueda de la espiritualidad y la conexión con lo divino son temas atemporales que resuenan en los corazones de las personas de todas las épocas y culturas, y esta historia busca iluminar ese camino para aquellos que buscan encontrar su lugar en el Edén preparado para todos nosotros.