LOS 22 ARCANOS DE LA KABBALAH
Desde los tiempos más antiguos, las letras hebraicas han sido objeto de un gran respeto, en particular cuando permiten la revelación de los nombres divinos. Las veintidós letras del alfabeto hebreo son el soporte de numerosos aspectos de la contemplación mística, porque constituyen un intermediario que refleja la realidad de la totalidad de la existencia. Son universos reducidos a símbolos, cada uno de los cuales contiene la quintaesencia de la energía universal. Su pronunciación, escritura o contemplación liberan potentes fuerzas que entran en resonancia con los grados más profundos de la consciencia y hablan directamente con nuestra alma. Las letras hebraicas no son únicamente instrumentos que permiten inscribir ideas sobre una hoja de papel, son ante todo conceptos precisos que contienen los principios esenciales de la creación. Cada letra corresponde a un número según su posición, a un ideograma según su forma inicial y a un símbolo según las relaciones que mantiene con su ideograma y las demás letras. El alfabeto hebreo es el revelador de las cualidades y los grados divinos que contiene simbólicamente.